En mi formación como microbiólogo aprendí a apreciar el fascinante mundo de las comunidades microbianas, identificando como en cualquier ambiente del mundo hay constantes interacciones entre millones de organismos de diferentes especies con importantes consecuencias para el ecosistema que habitan, incluyendo el interior de nuestros propios cuerpos. Las herramientas para estudiar estas comunidades microbianas se quedaban cortas con lo que la microbiología clásica ofrecía, teniendo que adoptar y diseñar nuevas estrategias durante mi maestría, empleando métodos moleculares y genéticos. El uso de técnicas moleculares y de secuenciación, muy rápidamente implicaron que para seguir avanzando se tenía que aprender también las metodologías computacionales para el análisis de los datos que se generaban. Este interés me llevó al doctorado en Biología Computacional, donde continué ahondando en estos intereses, usando las herramientas tanto genómicas como computacionales para el estudio de comunidades microbianas. Ahora como profesor asistente busco seguir aplicando y desarrollando las herramientas que nos permitirán entender como funcionan comunidades microbianas en los más diversos ambientes y sus profundas consecuencias en diversos campos como la salud y la agricultura